Evaporación
Conversión gradual de un líquido
en gas sin que haya ebullición.
Las moléculas de cualquier
líquido se encuentran en
constante movimiento. La
velocidad media (o promedio) de
las moléculas sólo depende de la
temperatura, pero puede haber
moléculas individuales que se
muevan a una velocidad mucho
mayor o mucho menor que la
media.
A temperaturas por debajo del
punto de ebullición, es posible
que moléculas individuales que
se aproximen a la superficie con
una velocidad superior a la
media tengan suficiente energía
para escapar de la superficie y
pasar al espacio situado por
encima como moléculas de gas.
Como sólo se escapan las
moléculas más rápidas, la
velocidad media de las demás
moléculas disminuye; dado que la
temperatura, a su vez, sólo
depende de la velocidad media de
las moléculas, la temperatura
del líquido que queda también
disminuye. Es decir, la
evaporación es un proceso que
enfría; si se pone una gota
de agua sobre la piel, se siente
frío cuando se evapora.
En el caso de una gota de
alcohol, que se evapora con más
rapidez que el agua, la
sensación de frío es todavía
mayor. Si un líquido se evapora
en un recipiente cerrado, el
espacio situado sobre el líquido
se llena rápidamente de vapor, y
la evaporación se ve pronto
compensada por el proceso
opuesto, la condensación.
Para que la evaporación continúe
produciéndose con rapidez hay
que eliminar el vapor tan rápido
como se forma. Por este motivo,
un líquido se evapora con la
máxima rapidez cuando se crea
una corriente de aire sobre su
superficie o cuando se extrae el
vapor con una bomba de vacío.
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